La labor principal en este proyecto fue la de acondicionar la vivienda al carácter y tipo de vida de sus nuevos propietarios.
Como primera residencia de una pareja que recibiría familiares y amigos durante temporadas largas, se da importancia a los espacios comunes donde compartir momentos de manera informal y acogedora.
La sala de estar tiene un punto desenfadado, con una gran alfombra y sofás con cojines que permiten colocarse de manera libre, ya sea sobre los mismos sofás o directamente sobre la alfombra.
Se diseñan las tres habitaciones de invitados pensando en espacios prácticos y neutros, tipo habitación de hotel.
Se prescinde de objetos decorativos de pequeño formato pero se trata cada mueble como una pieza característica y única que se convierte en protagonista del lugar que ocupa. Los sofás de la sala, el escritorio del estudio o la lámpara de la escalera son claros ejemplos.
Una vivienda museo donde ningún elemento pasa desapercibido.