Cuando los clientes de Casa Olivera nos pidieron llevar a cabo el proyecto de interiorismo de su vivienda, dos palabras nos vinieron a la mente: esencial y sobrio.
En coherencia con la arquitectura existente de volúmenes limpios, generosos y abiertos al jardín, se busca un interior donde se prescinda de lo que pesa y solo sume lo importante.
La utilización de materiales nobles como la nogal, el cuero o el mármol aporta una elegancia tranquila a los espacios, así como una paleta de colores sin estridencias. La iluminación indirecta y cálida crea estancias confortables que invitan a ser plenamente vividas.
Las piezas de arte y objetos singulares, además, ocupan un lugar muy especial y personalizan esta vivienda mediterránea en la que los detalles se tratan con mucho cuidado.